lunes, 16 de abril de 2012

Salpicón La Sierra - El poder de la oración y la fe - Liberados por las FARC exponen su testimonio

En la fotografía los sargentos Robinson Salcedo,
Luis Arturo Arcía y Luis Alfonso Beltrán de izquierda a derecha
junto al Padre Rodolfo Londoño.  
Emotivo y muy aplaudido fue el recibimiento, para 3 de los 10 liberados por las FARC los sargentos, Robinson Salcedo, Luis Arturo Arcía y Luis Alfonso Beltrán, el domingo 15 de abril en el club de suboficiales “Los Trupillos” de la ciudad de Santa Marta.
El encuentro se dio durante  la realización del congreso de sanación interior, en este hizo presencia el sargento Arcía junto con dos de sus compañeros liberados, haciéndonos conocedores de su testimonio y su experiencia en el tiempo que estuvieron en cautiverio por las FARC.
Fueron 14 años privados de la libertad, de los cuales 8 de esos estuvieron amarrados de pies y manos, con grandes cadenas de acero. 14 largos años en los que fueron maltratados, humillados, mal alimentados, durmiendo mal y sobretodo privados de un derecho tan importante y valioso, la libertad. Sólo viviendo una experiencia como esta, es que se puede entender la importancia que este tiene. Aferrados a recuerdos que taladraban su cabeza constantemente, recuerdos que eran para este su única forma de sentirse cerca de los suyos, con frio, solos y expuestos a una situación donde no sabían si su final iba a ser favorable o no.  Nada de eso sabían, ninguno de ellos podía predecir o imaginar que tenían pensado las FARC para con ellos, pero Arcia, al igual que sus compañeros, tuvo algo siempre claro y vivo en su cabeza, “Dios es grande” y hace de lo imposible, grandes cosas posibles. Para la muestra, hoy son libres y esperan lo mismo para los compatriotas que aun aguardan con paciencia, fe y esperanza, el día de su liberación.
Manifestó, que siempre sintió la compañía de Dios y de la santísima virgen al lado de él.
Su mensaje para todos aquellos quienes se han sentido presos, encerrados sin salida y en cautiverio espiritual, es que Dios en las pruebas mide la fe de cada uno de nosotros y no hay que dejar de creer, ya que por esa fe que él tuvo, volvió a la libertad y a reunirse con los suyos.
Dios es fiel y cumple sus promesas.