Bienvenidas y bienvenidos.
Si eres hombre, puedes leerme bajo tú responsabilidad y si eres mujer, estaré honrada de que lo hagas... titulé éste mensaje así, porque aunque no te conozca: eres poderosa. Y si quieres saber por qué te lo digo, sigue leyendo, no vas a salir igual después de hacerlo.
A lo mejor no lo sabes, pero más de 5 millones de empresas en el mundo están siendo lideradas por mujeres y más de 400 de empresas en USA, están siendo inauguradas y dirigidas anualmente por mujeres. Esto lo he calificado como: “la explosión del poder en la mujer” y no te alarmes que lo siguiente no es una campaña feminista ni nada por el estilo, de hecho es más profundo.
La definición de poder está un tanto desfigurada, de hecho - mal aplicada - algunas veces.
Poder significa: Potencial, autoridad, seguridad, desafío, capacidad de influir, fuerza.
La pregunta es ¿Por qué somos poderosas? – Te lo estás preguntando lo sé.
Lo que tenemos por dentro es DINAMITA mujeres, pero quizás no lo sabemos, bien sea por temores o dudas, hemos cedido nuestro lugar de influencia a otro(a) que sí está aprovechando esa oportunidad.
La pregunta es:
¿Si tengo poder, cómo puedo reconocerlo?
He identificado estas tres pautas que me han ayudado a firmar mi identidad y quiero compartírtelas:
- Reconoce que siempre tienes más para dar.
Son muchas las mujeres que piensan que ya terminaron su trabajo y no queda más por lo cual trabajar diariamente, o peor aún ni siquiera conocen su propósito... quiero que sepas, que sí hay algo más para hacer, para dar, para vivir, primero para tu realización y luego para impartir luz a otros. A que no sabes a cuántos inspiras con tu vida.
- Aprende a felicitarte, sin esperar que otros lo hagan.
Hay motivaciones externas y se siente lindo, pero ser esclavos de la aprobación de los demás es cruel con nosotros mismos. Tenemos que ser nuestras porristas número uno, agradécete siempre, abrázate y consiéntete, empieza por ti y para ti. Reconoce lo que has recorrido y lo que has alcanzado, no subestimes ningún logro, pero sobretodo atesora eso que te hace ser diferente, ahí está tu magia, nadie más es como tú, por consiguiente, ese es tu poder.
- Apropiarte de lo que Dios dice de ti, no de lo que el mundo dice de ti.
Afirma tu identidad, camina sin temores y si te equivocaste, aprende de ello y vuelve a levantarte, no olvides que algunas veces se gana, otras se aprende.
Los que no se tropiezan seguro ni siquiera se están moviendo.
Para finalizar, quiero recordarte que tu valor no lo define lo que una báscula marca cuando te pesas, ni los seguidores de tus redes sociales, ni el precio de la ropa que usas.
Eres poderosa, porque tu identidad viene de lo que Dios dice de ti.
“Y recibiréis poder, cuando venga sobre vosotras, el Espíritu Santo”.
Cuéntame, ¿Contesté tu pregunta?.
