Por:
María Paola Sierra
Con base al discurso emitido por el Sr.
Alcalde – Carlos Eduardo Caicedo, daré a continuación mi punto de vista crítico
del mismo, analizando lo que considero que buscaba alcanzar el mandatario con
éste y lo que considero que pudo lograr en algunos de los receptores.
Si bien es cierto que se marca un discurso de
poder, puesto que era la cabeza de la ciudad quien abanderaba el mismo, al ser
el Alcalde, pudo tocar la línea límite que divide el discurso con el abuso de
poder en el discurso, en adelante detallaré el por qué.
Caicedo emitió un discurso manipulado y con
un objetivo claro y marcado durante el mismo, el cual era, influenciar en las
mentes de quienes escuchaban y posicionarse como el gran Alcalde que siempre ha
querido proyectar y establecer en la historia, que ésta administración, su
administración, ha sido la mejor de todas, la más hacedora, la que más ha
cumplido y sobre todo, la que ha colocado una plataforma fundamental para las
generaciones venideras, puesto que la mayoría de la inversión ha sido en el
sector educativo.
Su ideología estuvo posicionada desde el
inicio de su discurso, una ideología clara y directamente relacionada con sus
propuestas y su campaña, la cual abanderaba la educación como plataforma
fundamental para el avance de cualquier ser humano y que por encima de
cualquier obstáculo, siempre iba a procurar servir e invertir en la misma.
No podía faltar por supuesto, hablar de todas
las cosas buenas que ha estado haciendo por la ciudad, los proyectos
alcanzados, las inversiones realizadas, las instalaciones construidas, los
equipos donados y las constantes capacitaciones y actualizaciones que ha
proporcionado al talento humano que contribuyen a su meta de la educación
integral en los samarios, más aún en los niños de la ciudad – los maestros.
Es un personaje que no desaprovecha la
oportunidad cuando se trata de tener atentos a los medios de comunicación y
logra capturar la atención de ellos para poder conseguir su finalidad, éste por
su puesto, hizo saber a la ciudadanía que si algunos proyectos no se habían
ejecutado, la razón principal se centraba en terceros y no en él, puesto que él
es el “súper-Alcalde” que tanto necesitaba la ciudad.
Aprovechó para opacar administraciones
anteriores y aunque no dio nombres, de forma maquillada y manipulada sí dejó
saber de quién hablaba en distintas partes de su discurso, devaluando la imagen
de anteriores mandatarios que por cierto hoy ocupan posiciones a nivel
Nacional, aprovechó su discurso para direccionar las posiciones de cada una de
las personas que allí se encontraban, tanto que me temo que algunos de los que
estaban ahí presentes y que en algún momento sintieron no estar de acuerdo con
los procesos dados por El Alcalde, luego de escucharlo, cambiaron de posición y
parecer.
En conclusión, una inteligente y discreta
manipulación discursiva, un marcado discurso de poder casi que tocando la línea
del abuso, ya que usaba frases y términos calificativos para con los concejales
y exmandatarios, poco favorables para ellos y buscaba siempre quedar bien
posicionado él, un discurso de ideología fluyente en cada frase emitida y
estereotipos firmes.
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