Por: María Paola Sierra C.
Es
interesante estudiar éste tipo de discursos y más aún, cuando el protagonista
es de la talla del Dr. Álvaro Uribe Vélez, para lo cual, tomo éste oportuno
análisis para identificar las direcciones e intenciones en cada uno de sus
discursos, marcados en distintos tiempos pero con impactos altamente notorios
en la audiencia que los recibe, lo que ha conseguido con
ellos, las contradicciones en las que incurre, la importancia del análisis
discursivo, utilidad del mismo y cómo una figura pública frente a un micrófono manipula
y controla y empodera las mentes de la audiencia, durante el tiempo de acción.
Para
la apertura, es importante resaltar que el expresidente y sus altos niveles de popularidad le permitieron la
reelección presidencial en el año 2006, aunque para esto hubo que cambiar la
Constitución, su postura ante todo un país, le permitió conseguir éste objetivo,
con discursos manipuladores, llenos de un notorio abuso de poder en los medios
de comunicación sobre todo en la televisión y sin duda en las nuevas
tecnologías, son el resultado de una sociedad absorbida y persuadida por una
persona.
El
hoy Senador de la República, agresivamente se beneficia de manera “legal” de
los medios de comunicación masivos, “hablen bien o hablen mal, pero que
hablen”, hecho que me lleva a pensar que aunque no lo dijo nunca, sus discursos
son el reflejo de ello, previamente acomodados a su antojo, obliga a la
audiencia a enfocarse en un solo punto - ¡Qué grande es el Dr. Álvaro Uribe!
El
lenguaje y la forma como éste se expresa, deja sin opciones a la audiencia,
llevándola a creer sólo lo que se está exponiendo por quien tiene el poder, con
comparaciones inclinadas en todo tiempo a su favor, con datos contradictorios
entre lo que dice y lo que reflejan hechos marcados en los tiempos de su Gobierno,
con una constante marcada durante su discurso, ubicándose él mismo, como el
mejor presidente que ha tenido la historia de Colombia en cuanto a temas de paz
se refiere, íntegro, impecable y honesto.
Discursos
en medios de comunicación masiva con propaganda negra hacia sus adversarios,
llena de datos ofensivos hacia mandatarios, ofensas para quienes no están a
favor de su Gobierno, aprovechando cada espacio en los medios de comunicación a
su conveniencia, aún en marcos que no tienen que ver con tales temas, no
desaprovecha un solo minuto para hacer
uso de los medios y llegar a sus objetivos.
Manipula
claramente a la audiencia, haciendo uso de un lenguaje especial y poco técnico,
palabras que sensibilizan a los receptores, llevándolos así, a ser persuadidos
grandemente a su favor y consiguiendo que las posturas sociales, ideológicas y cosmovisiones,
cambien y se inclinen hacia su meta, sosteniendo siempre la misma imagen, la
cual es clara en todos y cada uno de sus discursos: reconocer que el actual
presidente de la República de Colombia y su equipo de trabajo (Ministros y
demás), son enemigos de la paz.
Las
estrategias que el exmandatario utiliza para sostenerse en boca de los
colombianos, son estudiadas, direccionadas y se pueden identificar por aquellos
que dedican el tiempo al análisis de sus discursos, ya que en cada frase, se encierran
distintas formas de bombardear las mentes de los receptores, con un sutil
maquillaje que muchos han caído en la trampa de la misma, otros quizás con el
tiempo y otros han aprendido a notarlas y a no ser víctimas de las mismas.
El
abuso de poder discursivo que mantiene en cada una de sus intervenciones
públicas, lo ha llevado a ser tan popular, que ha frustrado el avance de otros
líderes y hasta podría llegar a ocasionar una monopolización en el gremio
discursivo, ya que concentra la atención de los distintos públicos en su
ponencia.
Ahora,
¿Cómo logra mover gran parte de la sociedad civil de un país a pensar como él y
cómo se sostiene hasta el día de hoy?
Bien,
quien ha conocido el poder de los medios de comunicación, los usará para todos
y cada uno de sus fines. El plan del Dr. Álvaro Uribe Vélez es permanecer vivo
y en boca de Colombia, no desaprovechar ningún espacio mediático, despertar el
escándalo y dar pan a la opinión pública para que mamertamente sigan las
huellas de éste y el legado continúa.
Comparando
los discursos (escrito y oral), sólo puedo concluir, que el poder está en el
discurso y en la figura. El impacto que generan todos y cada uno de los
discursos del emisor, es tan grande, que el que un día fue tu amigo y
reconocido públicamente como tal, hoy será tu enemigo y reconocido públicamente
como tal, justificado por algunos, criticados por otros, pero al final, quien
tiene el medio de comunicación y la audiencia lista para oír, tiene el poder.
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